Me encanta la sensación de mover los dedos de Paula para que Mónica se haga oír, sin embargo, odio sus palabras... en fin, dejemos que nos cuente.
-Paula, eres una hija de la grandísima puta.
-¿Y ahora qué te pasa?
-¿Por qué engañas al mundo, y a ella, y a ti misma?
-Yo no he engañado a nadie, yo solo soy como soy.
-Pero no dejas que me vean, tengo que luchar por salir cuando quiero que se sepa de mí.
-Te dejo salir en los ratos a solas.
-Pero, ¿no ves que así lo que consigues es que la gente crea que ella es como tú? ¿No ves que le mientes a ella haciéndola creer que mejora, solo por no dejarme salir?
-Y ¿qué quieres? ¿que crean que es bipolar?
-No, quiero que sepan que tiene sentimientos.
-¡No quiere oírlos!
-Se los gritaré hasta que se los aprenda como nunca aprenderá el despotismo ilustrado.
-¿Eres tonta?
-No, soy realista. Haz que se ponga frente al espejo, quiero hablar con ella.
-No es el momento, mira como estás... háblale cuando estés de mejor humor...
-Paula. Ahora.
-Está bien, pesada.
-Mírate bien en el espejo... ¿verdad que no eres la que todos te dijeron que serías?
Te prepararon para el no-fracaso. Te educaron diciéndote que con un poco de esfuerzo serías la niña 10, y más en los estudios, que lo llevabas en los genes, dijeron, y que la vida era fácil... pero no es así. Intentaste ser perfecta en todos los aspectos, y el resultado fueron mareos espontáneos por culpa de la ansiedad. Intentaste sacar unas notas excepcionales, pero no llegaste a ellas y después de hoy puedes decir que suspendes tu primera asignatura... ¿qué tiene eso de 10? Llevan toda la puta vida entrenándote para el éxito y convenciéndote de que podías ser un robotito perfecto... y no eres más que una chica del montón. Mira tu pelo: no es tu color natural y sigue sin gustarte del todo; mira tus ojos: son verdes y, sin embargo, a ti siguen sin parecerte suficientemente buenos; mira tu cuerpo: es un cuerpo normal, pero a ti te parece feo, demasiado ancho de huesos y con demasiada celulitis; mira tu forma de ser: muchos buscan refugio en ti cuando necesitan ayuda, y tu sigues viéndote rara. Venga, reconócelo: nunca serás lo suficiente buena. Llevan toda la vida inculcándote que puedes ser perfecta, y ahora, mientras lloras frente al espejo escuchando mis palabras, ves que no tenían razón, que deberían haberte preparado para el fracaso, porque es a lo que tiendes, y más con tu torpeza... Después de una vida escuchando perfección, te das cuenta de que eres el maldito caos. Es humano llorar, sentirte una mierda y autocompadecerte... He venido en tus sueños y te he explicado que quiero salir, te lo he pedido por las buenas... ahora ya me has tocado la pipa de verdad: necesitas ayuda si no quieres que tenga motivos para destrozarte, de lo contrario, te hundiré en la miseria. Sigues empeñada en engañar a todos y simular que no existo... a ellos puede que puedas mentirles, pero ni a tu novio, ni a quien te conozca de verdad, ni a ti misma podrás llegar a engañarlos: yo siempre vuelvo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario